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«Ocean’s eight: las estafadoras» (Ocean’s eight, Estados Unidos, 2018). Dirección: Gary Ross. Guion: Gary Ross y Olivia Milch. Protagonistas: Sandra Bullock, Cate Blanchett, Anne Hathaway, Helena Bonham Carter, Sarah Paulson, Awkawfina, Mindy Kaling y Rihanna. Duracion: 110 minutos.
«Ocean’s eight: las estafadoras» es la nueva película de Gary Ross, en la que dirige a un gran elenco de estrellas femeninas encabezado por las actrices ganadoras del Oscar Sandra Bullock, Cate Blanchett y Anne Hathaway. Completan el elenco Helena Bonham Carter, Sarah Paulson, Awkawfina, Mindy Kaling y la cantante pop Rihanna.
El guión, escrito por Gary Ross y Olivia Milch, cuenta cómo Debbie Ocean (Sandra Bullock), sale de prisión con el objetivo de robar el valioso collar Toussiant de Cartier, valuado en $150 millones de dólares, del cuello de la diva Daphne Kluger (Anne Hathaway), que va a usarlo en una fiesta de gala del MET (Metropolitan Musseum of Art). Para lograrlo forma un equipo con otras seis mujeres, cada una especialista en un aspecto fundamental para llevar a cabo este plan, en apariencia imposible, y que requiere la precisión de un mecanismo de relojería.
El hecho de que Sandra Bullock interprete a Debbie Ocean, hermana de Danny Ocean, personaje interpretado por George Clooney en la trilogía dirigida por Steven Soderbergh:«La gran Estafa» (Ocean’s eleven, 2002), «La nueva gran estafa» (Ocean’s twelve, 2004) y «Ahora son trece» (Ocean’s thirteen, 2007), conforma un nuevo universo cinematográfico, tendencia de moda en el Hollywood contemporáneo. Y además vuelve a recurrir a este tipo de películas sobre robos muy populares en la década del ’60, en las que la comedia y el ingenio suplantan a la brutalidad y la violencia propias del cine policial clásico, iniciada con «La gran estafa» (Ocean’s Eleven, Lewis Milestone, 1960), cinta original en la que Danny Ocean era interpretado por Frank Sinatra.
Vale la pena destacar el gran trabajo de vestuario, a cargo de Sarah Edwards, porque permite delimitar la personalidad de cada personaje y hacer que cada una sea fácilmente reconocible. Es así como tenemos por ejemplo a una Sandra Bullock vestida con trajes elegantes que roba ingeniosamente de diferentes tiendas al comienzo, y a una Rihanna, hacker, vestida con jeans holgados y campera militar. Un segundo aspecto a destacar es el uso de diversos efectos de montaje para finalizar algunas escenas, lo que genera un dinamismo interesante, y en el que la división en columnas que giran en la pantalla ayuda extradiegéticamente a pensar que cualquier personaje puede darse vuelta y cambiar el transcurso del plan, pensado minuciosamente por Debbie Ocean.
En conclusión, «Ocean’s eight: las estafadoras» no es una obra maestra, pero resulta sumamente entretenida, ya que su mayor acierto está en contar bien una historia, atrapando al espectador y manteniéndolo entretenido hasta la última escena. Y esto es posible porque confía un buen guion a un grupo de actrices talentosas que saben manejar a la perfección el timing para la comedia y tienen buena química entre ellas.
PATRICIO FERRO