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La ballena (The whale, Estados Unidos, 2022). Dirección: Darren Aronofsky. Guion: Samuel H. Hunter. Protagonistas: Brendan Fraser, Sadie Sink, Ty Simpkins, Samantha Morton y Hong Chau. Duración: 117 minutos.
La ballena es la última película de Darren Aronofsky, protagonizada por Brendan Fraser, que fue nominado al Oscar como Mejor actor. Y lo acompañan Sadie Sink, Ty Simpkins, Samantha Morton y la tambien nominada al Oscar como Mejor actriz de reparto Hong Chau.
Basada en la obra de teatro de Samuel H. Hunter, también guionista, cuenta la historia de Charlie (Fraser), un hombre que padece una obesidad mórbida que le impide movilizarse, y que lo lleva a vivir encerrado en su casa, consciente de que le queda poco tiempo de vida. Es así como intenta saldar cuentas con su pasado, especialmente con su hija Ellie (Sink), a la que abandonó cuando tenía ocho años.
En primer lugar es necesario aclarar que su director vuelve a tratar una vez más el tema de la autodestrucción, que lo define como autor, a través de una adicción, no a las drogas como en «Requiem por un sueño» (Requiem for a dream, 2000), sino a la comida. Motivo por el cual se exagera la obesidad de Charlie, tanto desde el maquillaje, nominado al Oscar, como desde la fotografía de su colaborador habitual Matthew Libatique, que utiliza un formato de 4: 3 para acentuar la desproporción de su cuerpo en relación tanto a la pantalla como a los diversos objetos, como el celular o la llave de la habitación que mantiene cerrada.
Un párrafo aparte merece el trabajo actoral de Brendan Fraser, fundamental para que funcione la puesta en escena teatral en la que abundan los primeros planos en los que atraviesa diferentes emociones, como la culpa o la vergüenza, pero también el orgullo y la ternura, depende de quien sea su interlocutor. Así como también se destacan Hong Chau y Sadie Sink, dos personajes que en lugar de tenerle lastima por su discapacidad lo enfrentan y le hablan con una crueldad justificada en las acciones de su pasado.
En conclusión, La ballena es otra película en la que Darren Aronofsky vuelve a abordar el tema de la autodestrucción, no en la escala épica de «Noé» (2014), que incluía a toda la humanidad, sino que todo lo contrario, en la intimidad del hogar de una persona. Permitiendo el lucimiento de Brendan Fraser, un gran actor dramático que nunca antes había tenido el reconocimiento que se merece, con un personaje hecho a su medida.
PATRICIO FERRO