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Transformers: el despertar de las bestias (Transformers: rise of the beasts, Estados Unidos, 2022). Dirección: Steven Caple Jr.. Guion: Joby Harold, Darnell Metayer y Josh Peters. Protagonistas: Anthony Ramos, Dominick Fishback, Peter Cullen, Ron Perlman, Peter Dinklage, Michelle Yeoh. Duración: 127 minutos.
Transformers: el despertar de las bestias es la séptima entrega de la franquicia basada en la serie animada, y que funciona además como precuela de las primeras cinco. Está dirigida por Steven Caple Jr, en reemplazo de Michael Bay, y protagonizada por Anthony Ramos y Dominique Fisback. Y en la versión en su idioma original cuentan con las voces de Peter Cullen, Ron Perlman, Peter Dinklage y la reciente ganadora del Oscar Michelle Yeoh, entre otros, para los personajes creados por CGI.
En esta ocasión, la acción se traslada a 1994, cuando Noah Diaz (Ramos) y Elena Wallace (Fishback) se ven envueltos en una alianza entre los Transformers, liderados por Optimus Prime (Cullen) y los Maximals, liderados por Optimus Primal (Pearlman). Porque juntos deben proteger una llave escondida en nuestro planeta, que buscan los Terrorcons, liderados por Unicorn (Dinklage), para destruirlo.
En primer lugar es necesario señalar el buen uso de los efectos visuales para generar escenas de acción espectaculares, entre las que se destaca una persecución policial por las calles de Nueva York a bordo de un Transformer llamado Mirage, que enseña todos sus trucos. Así como también se saca el máximo provecho para la animación de estos personajes complejos que ahora no solo están formados con partes de vehículos, sino que también tienen forma y movimientos de animales, además de diferentes texturas que los vuelven creíbles.
Un párrafo aparte merecen los personajes humanos, que a pesar de la ausencia de carisma tienen un desarrollo narrativo que cumple la función de generar la empatía necesaria con el espectador, cosa que no consiguen los personajes animados. Ya que el gran problema de toda la franquicia es que a pesar de los avances tecnológicos resulta imposible dejar de verlos como objetos, principalmente por la falta de rasgos faciales.
En conclusión, Transformers: el despertar de las bestias, es una película que funciona por hacer un uso efectivo de todos los lugares comunes del género, al servicio de escenas de gran espectáculo colmadas de efectos visuales, pensados para ser apreciados en 3D. Sacando el máximo provecho posible de una franquicia consciente de sus limitaciones narrativas, ya que en el fondo la historia sirve como excusa para vender juguetes.
PATRICIO FERRO