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Sonríe 2 (Smile 2, Estados Unidos, Canadá, 2022). Guion y dirección: Parker Finn. Protagonistas: Naomi Scott, Ray Nicholson, Dylan Gelula, Peter Jacobson, Miles Gutierrez-Riley y Rosemary DeWitt. Duración: 127 minutos.
Sonríe 2 es la secuela de la película de terror homónima del 2022, nuevamente con Parker Finn como guionista y director. Y en esta ocasión tiene un reparto encabezado por la actriz británica Naomi Scott, acompañada de Ray Nicholson, Dylan Gelula, Peter Jacobson, Miles Gutierrez-Riley y Rosemary DeWitt, entre otros.
La historia, que comparte con su antecesora el universo diegético, pero cambia de protagonista, se centra en Skye Riley (Scott), cantante pop que prepara una gira con la que piensa volver luego de un traumático accidente automovilístico. Pero al stress laboral se le suma una serie de situaciones horrorosas que experimenta luego de presenciar un suicidio, en las que no logra distinguir si son reales o forman parte de su imaginación.
En primer lugar es necesario destacar que esta película comete dos de los mismos errores de puesta en escena que la primera, que son la ausencia de una subtrama, lo que hace que todo el peso narrativo caiga sobre su protagonista, y su duración excesiva para el género. Aunque en esta ocasión inserta un personaje que explica el funcionamiento de esta maldición desde un punto de vista científico, lo que le resta el efecto aterrador, por no incluir los elementos sobrenaturales propios del género, al marco teórico que lo sostiene.
Un párrafo aparte merece la fotografía, a cargo nuevamente de Charlie Sarroff, que consigue algunas escenas notables, como la del comienzo, o un plano secuencia de un edificio de Nueva York con la cámara invertida. Que contribuyen a generar la sensación de extrañamiento, que culminan en escenas de violencia gore surrealista bien logradas. Pero que quedan sueltas dentro de otros momentos de relleno que solo sirven para ralentizar la trama, por lo que pierden efectividad provocando monotonía y generando desinterés.
En conclusión, Sonríe 2 es una película que repite los errores de puesta en escena de su antecesora, y le suma un marco teórico científico para explicar los motivos de lo que ocurren que atentan contra el interés del espectador. Lo que es una lástima, porque su director demuestra que sabe generar suspenso y rematarlo con escenas de violencia efectivas, pero lo desaprovecha, quedando en el medio de un montón de escenas de relleno que ralentizan la trama.
PATRICIO FERRO