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Venom: El último baile (Venom: The Last Dance, Estados Unidos, Reino Unido, México 2024). Dirección: Kelly Marcel. Guión: Kelly Marcel y Tom Hardy. Protagonistas: Tom Hardy, Chiwetel Ejiofor, Juno Temple, Rhys Ifrans y Stephen Graham. Duración: 109 minutos.
Venom: El último baile es la tercera parte de la franquicia protagonizada por el villano de «Spider-Man 3» (Sam Raimi, 2007), convertido en un antihéroe interpretado por Tom Hardy. En esta ocasión está dirigida por Kelly Marcel, y completan el elenco Chiwetel Ejiofor, Juno Temple, Rhys Ifrans y Stephen Graham, entre otros.
En esta ocasión, Eddie Brock y Venom, convertidos en prófugos, buscan llegar desde México a Nueva York para demostrar su inocencia. Mientras son perseguidos tanto por el General Strickland (Ejiofor), encargado de capturar simbiontes, y el poderoso Knull, «dios del vacío», que busca el kodex, una llave capaz de librarlo de su encierro que se encuentra en poder del protagonista. Razón por la que envía unos monstruos conocidos como xenofagos para que se lo traigan.
En primer lugar, es necesario aclarar que para esta ocasión vuelve a respetarse la decisión de puesta en escena de evitar la violencia explícita y agregar una cantidad excesiva de gags, con el objetivo de alcanzar una mayor cantidad de público. Pero, a diferencia de su predecesora, no cuenta con un antagonista definido, como lo era el Carnaje de Woody Harrelson, lo que desordena la trama y agrega escenas innecesarias, entre las que se incluye un número musical, que cumplen la única función de sumar minutos.
En segundo lugar, es necesario destacar el despliegue de efectos visuales, donde no solo resultan verosímiles las múltiples complejas transformaciones de los seres humanos en simbiontes, sino que también se destaca la espectacularidad de las escenas de acción. Ya que ambos tienen como común denominador la complejidad de las constantes fusiones e interactuaciones entre los actores y los personajes creados con CGI.
En conclusión, Venom: El último baile es una película en cuya trama desordenada conviven momentos felices, con un despliegue de efectos visuales en función del espectáculo, con escenas de relleno. Cuyo resultado final lo encuentra a la altura de las películas menores del Universo Cinematográfico de Marvel (UCM), con el que está emparentado, porque lamentablemente su enorme potencial narrativo se encuentra limitado por la ausencia de Spider-Man.