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Gladiador II (Gladiator II, Estados Unidos, Reino Unido, Marruecos, Canadá 2024). Dirección: Ridley Scott. Guion: David Scarpa y Peter Craig, basados en los personajes de David Franzioni. Protagonistas: Paul Mescal, Connie Nielsen, Pedro Pascal, Joseph Quinn, Fred Hechinger y Denzel Washington. Duración: 138 minutos.
Gladiador II es, como su nombre lo indica, la secuela de Gladiador (Gladiator, 2000), obra maestra de Ridley Scott con la que ganó cinco premios Oscar, incluido el de Mejor Película. Y está protagonizada por Paul Mescal como una versión adulta de Lucio, el hijo de Lucilla, que vuelve a ser interpretada por Connie Nielsen. Acompañados de Pedro Pascal, Joseph Quinn, Fred Hechinger y el dos veces ganador del Oscar Denzel Washington, entre otros.
La historia se sitúa 16 años después de la muerte de Máximo (Russell Crowe), con un Imperio Romano gobernado por los Emperadores Geta y Caracalla. Dos tiranos a los que se enfrenta el iracundo Lucio, quien vuelve del exilio convertido en gladiador.
En primer lugar, es necesario aclarar que pierde en comparación con su predecesora, a la que hace referencia tanto desde el resumen en la secuencia de créditos iniciales hasta la repetición de leit motives. Ya que tiene un guion desordenado, que ofrece variaciones sobre una historia similar. Lo que no le resta mérito a sus aciertos, entre los que se destacan las actuaciones de Paul Mescal y Denzel Washington, como dos hábiles manipuladores cuya posición en el escalafón social se encuentra invertido por obra del destino trágico propio del género épico al que pertenece.
Así como también vale la pena destacar la fotografía, nuevamente a cargo de John Mathieson, quien vuelve a lucirse con imágenes espectaculares que sacan el máximo provecho del diseño de producción, a cargo de Arthur Max, que reconstruye fielmente la majestuosidad propia de la capital de un imperio. A los que se suma un montaje que aporta dinamismo a las diferentes escenas de combate, alternando diferentes tipos de plano, que van desde lo general hasta detalles mínimos donde se puede apreciar la violencia explícita que le aporta verosimilitud a la brutalidad exhibida.
En conclusión, Gladiador II es una digna secuela, que sin estar a la altura de su predecesora por lo alto que dejó la vara, vuelve a dejar en claro que Ridley Scott es el mejor director de cine épico de la historia por la cantidad de obras maestras del género que realizó a lo largo de su extensa carrera. Y que suple además un puesto que había quedado vacante al consagrar al joven Paul Mescal como una nueva estrella del cine de acción.
PATRICIO FERRO