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Wicked (Wicked: Part 1, Estados Unidos, Canadá, Islandia 2024). Dirección: John M. Chu. Guion: Winnie Holzman y Dana Fox, basados en la novela de Gregory Maguire y los personajes de Lyman Frank Baum. Protagonistas: Ariana Grande, Cynthia Erivo, Jonathan Bailey, Jeff Goblum y Michelle Yeoh. Duración: 160 minutos.
Wicked es una película que funciona como precuela de los acontecimientos que ocurren en la novela «El maravilloso mago de Oz», de Lyman Frank Baum. Está dirigida por John M. Chu, y tiene un elenco formado por la cantante pop Ariana Grande, Cynthia Erivo, Jonathan Bailey, Jeff Goblum y la ganadora del Oscar Michelle Yeoh, entre otros.
La historia, que a su vez está basada en la novela homónima de Gregory Maguire, posteriormente llevada al teatro como comedia musical, cuenta como una joven de piel verde llamada Elphaba (Erivo) se termina convirtiendo en la Malvada Bruja del Oeste. Y cómo entra a estudiar en la Universidad Shiz, donde es obligada a compartir habitación con la vanidosa Galinda (Grande), con la que pasa de la rivalidad, por sus caracteres completamente opuestos, a la amistad.
En primer lugar, es necesario aclarar que estamos en presencia de una comedia musical, motivo por la espectacularidad tiene prioridad por sobre todo lo demás. Lo que explica que las canciones extiendan la duración de muchas escenas, que si bien son clave, se pueden resolver en una menor cantidad de tiempo mediante el uso de líneas de diálogo. Sacando el máximo provecho de la voz de Ariana Grande, que compone al personaje sumamente más complejo, ya que la crisis de su conducta frívola es la que hace avanzar la historia que ella misma cuenta.
Un párrafo aparte merece su propuesta estética propia de cuento de hadas, lo que puede apreciarse tanto en el barroquismo del diseño de producción, a cargo del 6 veces nominado al Oscar Nathan Crowley, que al igual que la franquicia de Harry Potter fusiona lo fantástico con lo tecnológico. Así como también el uso de los colores de los diferentes vestidos, que si bien resultan extravagantes, estereotipan a cada personaje de acuerdo a ese imaginario, el hada Galinda siempre se viste de rosa, la bruja Elphaba siempre de negro y el príncipe Fiyero (Bailey) de azul.
En conclusión, Wicked es una película sumamente ambiciosa, que utiliza la espectacularidad propia de las superproducciones musicales de la década del ’60 como vehículo para narrar una fábula sobre el daño que generan los prejuicios. Abriéndole las puertas del género a una nueva generación de espectadores, que mientras esperan la llegada de la segunda parte pueden disfrutar de los grandes clásicos.
PATRICIO FERRO