JURADO N° 2

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Jurado N° 2 (Juror #2, Estados Unidos 2024). Dirección: Clint Eastwood. Guion: Jonathan A. Abrams. Protagonistas: Nicholas Hoult, Zoey Deutch, Tony Collette, Kieffer Sutherland y J.K Simmons. Duración: 114 minutos.

Jurado N° 2 es la última película dirigida por la estrella dos veces ganadora del Oscar Clint Eastwood, en la que vuelve a ubicarse detrás de la cámara, y le otorga el papel protagónico a Nicholas Hoult. Que es acompañado por Zoey Deutch, Tony Collette, Kieffer Sutherland y el también ganador del Oscar como Mejor actor de reparto J.K. Simmons, entre otros.

La historia se centra en Justin Kemp (Hoult), un futuro padre de familia que se enfrenta al dilema moral de formar parte del jurado en un juicio a un hombre acusado de asesinar a su novia. Ya que tiene serias dudas si el acusado es inocente o si fue él mismo quien atropelló accidentalmente a la víctima.

En primer lugar, es necesario destacar el trabajo de edición, punto fuerte a lo largo de toda la carrera del Clint Eastwood director. Ya que al admirable poder de síntesis aprendido del cine clásico hay que sumarle la complejidad tanto del montaje paralelo como de los diferentes flashbacks subjetivos, en los que a la manera de «Rashomon» (Akira Kurosawa, 1950) se repiten las mismas escenas desde diferentes puntos de vista.

Pero el principal problema de esta película es el determinismo calvinista que funciona como marco teórico del planteo moral que se propone, donde se niega el libre albedrío de sus personajes y las consecuencias de sus acciones. Motivo por el cual no se resuelve de manera eficaz para el espectador el dilema que se le presenta a su protagonista, manteniendo siempre una actitud reflexiva que se ve reflejada en la pasividad de sus acciones. Así como también justifica el hecho de que la fiscal Killebrew (Collette), haga mayor hincapié en ganar el caso y beneficiar su carrera política que en encontrar la verdad para hacer justicia.

En conclusión, Jurado N° 2 es otro claro ejemplo del talento como director de Clint Eastwood, quien conserva en su puesta en escena el estilo de los maestros del cine clásico de Hollywood. Pero cuya perspectiva calvinista desaprovecha un planteo moral interesante para el cine de suspenso. Ya que al negarle a los personajes la posibilidad de redimir su pecado mediante acciones concretas, pierde eficacia la tensión construida, porque el espectador no tiene manera de liberarla.

PATRICIO FERRO