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Megalópolis (Estados Unidos, 2024). Guión y dirección: Francis Ford Coppola. Protagonistas: Adam Driver, Natalie Emmanuel, Aubrey Plaza, Shia LaBeouf, Giancarlo Esposito, Laurence Fishburne, Dustin Hoffman y John Voight. Duración: 138 minutos.
Megalópolis es la última película escrita y dirigida por el ganador de cinco premios Oscar Francis Ford Coppola, que formó parte de la competencia oficial del pasado Festival de Cannes. Y cuenta con un elenco de grandes figuras, encabezado por Adam Driver, acompañado de Natalie Emmanuel, Aubrey Plaza, Shia LaBeouf, Giancarlo Esposito, Laurence Fishburne y los ganadores del Oscar Dustin Hoffman y John Voight, entre muchos otros.
La historia se centra en el arquitecto Cesar Catilina (Driver), que diseña la ciudad utópica que da origen al título mientras vive un romance con Julia Cicero (Emmanuel). Y se enfrenta tanto a su padre el alcalde Franklin Cicero, como a su primo, Clodio Pulcher (LaBeouf), hijo del banquero más poderoso de la ciudad, que buscan que el proyecto no se concrete.
El primer lugar es necesario aclarar que se trata de una obra sumamente personal de Francis Ford Coppola, lo que puede apreciarse en la fusión de varios de los temas que, al repetirlos a lo largo de su carrera lo definen como un autor. Pero el problema es que todos ellos se presentan de manera desordenada y sin una línea narrativa que encadene los acontecimientos de manera causal. A los que se les suman escenas surrealistas que suman confusión y la inclusión innecesaria de un recurso narrativo propio del realismo mágico, en la que su protagonista tiene la facultad de detener el tiempo, que generan mayor desconcierto al interrumpir en la historia de manera desconectada.
Un párrafo aparte merece el diseño de producción, que deja bien claro el mensaje alegórico de que la Nueva Roma decadente en la que transcurren los hechos es en realidad una Nueva York contemporánea, algo que queda claro en los planos generales, donde se ven las cúpulas de sus edificios más emblemáticos. Lo que explica también la elección estética del estilo gótico propio del cine negro, que justifica tanto el uso de sombreros como la aparición de Wow Platinum (Plaza), una femme fatale y amante despechada del protagonista, que tiene demasiados minutos en pantalla para el papel secundario interpreta.
En conclusión, Megalópolis es una pelicula pretensiosa y fallida de Francis Ford Coppola, ya que abarca de forma desordenada varios temas que abordó a lo largo de su obra, dándose un gusto personal de espaldas al público. Y donde los escasos momentos felices, que quedan desconectados y no llevan a nada, generan bronca porque muestran como un director que supo hacer obras maestras desaprovecha voluntariamente su talento.
PATRICIO FERRO