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«La mula» (The Mule, Estados Unidos 2018). Dirección: Clint Eastwood. Guion: Sam Dolnick y Nicl Shenk. Protagonistas: Clint Eastwood, Braddley Cooper, Diane Weist, Michael Pena, Taissa Farmiga, Alison Eastwood, Laurence Fishburne y Andy Garcia. Duracion: 116 minutos.
«La mula» es la última película dirigida y protagonizada por Clint Eastwood, cuatro veces ganador del premio Oscar. En esta ocasión interpreta a Earl Stone, un anciano con serios problemas económicos que toma la decisión de trabajar transportando cocaína para un cartel mexicano por las rutas de Estados Unidos. Lo acompañan el cuatro veces nominado al Oscar Bradley Cooper, la actriz dos veces ganadora de este premio Diane Weist, Michael Pena, Taissa Farmiga, Alison Eastwood, Laurence Fishburne y Andy Garcia.
En este caso Eastwood vuelve a filmar una road movie después de mucho tiempo. Y tiene muchos puntos en común con «Un mundo perfecto» (A perfect world, Clint Eastwood 1993), ya que en ambos casos el rol protagónico lo tiene el delincuente, y en forma paralela se nos cuenta su cacería por parte de los agentes de la DEA, en un operativo a cargo del eficiente agente Colin Bates. Pero lo que hace que el personaje de Earl Stone resulte interesante es que es una persona común que decide violar la ley como una forma equivocada de redención, y al que los buenos resultados obtenidos lo seducen y le hacen perder la noción de su crimen, tomando decisiones cada vez más arriesgadas.
Con «La mula» Clint Eastwood vuelve a demostrar que es uno de los grandes maestros del cine clásico, que confía en la narración y deja que fluya de manera tranquila, lo que no quiere decir que no genere tensión en el espectador en las escenas de suspenso. Porque la clave está en la construcción de los personajes, con los cuales es imposible no sentir empatía, pues tanto Earl como Colin tienen sus motivos para actuar como lo hacen: el primero porque necesita la plata y el segundo porque tiene que cumplir con su trabajo.
Otro aspecto para destacar es el uso del humor, recurso poco utilizado por Clint Eastwood como director, porque lo que llama la atención en este caso es que ahora su personaje no es un cascarrabias, sino, por el contrario, es un seductor apasionado por la floricultura que sabe disfrutar de la vida. Y por eso se convierte en protagonista de los gags, y no necesita de un comic relief que le sirva de contrapunto, como ocurría con el personaje de Mario Van Peebles en «El sargento de hierro» (Heartbreak Ridge, Clint Eastwood 1986), por ejemplo.
En conclusión, «La mula» es la vuelta victoriosa de Clint Eastwood a su cine más personal, con una película en la que se da el gusto de lucirse con un personaje diferente. Y lo más importante es que no la convierte en un show exclusivo para su lucimiento, sino que cuenta una historia policial que mantiene enganchado al espectador hasta el último minuto manteniéndose fiel a su estilo.
PATRICIO FERRO