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«La vigilante del futuro» (Ghost in the shell, 2017). Dirección: Rupert Sanders. Guión: Jamie Moss, William Wheeler y Ehren Kruger, basado en el manga de Shirow Masamune. Protagonistas: Scarlett Johansson, Juliette Binoche, Takeshi Kitano, Pilou Asbaek y Michael Pitt. Duración: 107 minutos.
«La vigilante del futuro» es una remake del clásico del animé conocido en occidente como «Ghost in the shell» (Mamoru Oshii, 1995), basado en el manga homónimo escrito por Shirow Masamune. Protagonizada por Scarlet Johansson, el elenco incluye a figuras de todo el mundo, como la reconocida actriz francesa ganadora de un premio Oscar Juliette Binoche y el prestigioso actor japonés Takeshi kitano, y lo completan Michael Pitt y Pilou Asbaek. Y quien dirige es el inglés Rupert Sanders, quien se hizo conocido por «Blancanieves y la leyenda del cazador», una interesante versión del cuento de hadas.
Scarlett Johanson interpreta a la «mayor» Mira, un androide con cerebro humano que forma parte de un escuadrón policial comandado por Aramaki (Takeshi Kitano) que se encarga, junto a su rudo amigo Batou (Pilou Asbaek) de buscar y detener a Kuze (Michael Pitt), un terrorista que busca destruir a Hanka Robotics, compañía que la creó. Pero el primer encuentro entre ellos la lleva a replantearse su propia existencia y el rol de su creadora, la doctora Ouelet (Juliette Binoche).
El fuerte de esta película está en la estética cyberpunk, que se caracteriza por la arquitectura gótica de sus edificios en una megalópolis oscura iluminada por luces de neón, construidos por asombrosos efectos visuales que se disfrutan más viendo la película con la tecnología 3d. La influencia de la película «Blade Runner» (Riddley Scott, 1982), tanto desde la estética como desde el planteo que da origen al argumento es innegable, así como lo es la de «Matrix» (Larry & Andy Wachovsky, 1999) en las escenas de acción. Y por supuesto se nota en la fotografía de Jess Hall la influencia estética del animé.
Pero la principal falla de esta película es el exceso de solemnidad, con largas explicaciones y diálogos filosóficos sobre la búsqueda de identidad, que terminan resultando densos por la falta de escenas de acción atrapantes o algún personaje que funcione como comic relief. Esto se debe a que su director quiso ser fiel a la estética del animé original, pero este afán de fidelidad, que hasta copia algunos planos de forma idéntica, hace que no termine de enganchar a un espectador no familiarizado con este tipo de películas.
En conclusión, «La vigilante del futuro», muy ambiciosa, que se preocupa demasiado por ser fiel al material original y se olvida de ser fiel a sí misma. A esto se le suma la preocupación de hacer que sea entendida por un público que desconoce el material previo en el que se basa, por lo que dedica mucho tiempo a explicaciones que resultan anticlimáticas. Aunque hay que decir a su favor que contiene escenas de una extraña belleza propia del animé, lograda gracias a unos efectos visuales asombrosos por su verosimilitud.
PATRICIO FERRO