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Campamento con Mamá (Argentina, 2024). Dirección: Martino Zaidelis. Guión: Andrés Gelós, Natacha Caravia, Andrés Pascaner y Martino Zaidelis. Protagonistas: Natalia Oreiro, Milo Lis, Pablo Rago, Sofía Morandi y Dalia Gutmann. Duración: 95 minutos.
Campamento con Mamá es una película de Netflix, producida por el ganador del Oscar Juan José Campanella y protagonizada por Natalia Oreiro. Con una dirección a cargo de Martino Zaidelis, cuenta con un elenco formado por Milo Lis, Pablo Rago, Sofía Morandi y la comediante Dalia Gutmann entre otros.
La historia se centra en Patricia Peiró (Oreiro), una mujer separada que aprovecha la oportunidad de conducir el micro para llevar a Ramiro (Lis), su hijo preadolescente al campamento del colegio. Usándolo como excusa para convencerlo de que no se vaya a vivir con su padre, lo que considera un fracaso en su rol de madre.
En primer lugar, es necesario destacar que se trata de una comedia costumbrista destinada al público familiar, género sumamente desarrollado en el cine argentino, que a pesar de sus resultados desparejos resulta exitoso. Aunque en este caso si bien la idea es buena, se desaprovecha su enorme potencial de slapstick cómedy para dejar bien clara la moraleja mediante lecciones que se dan los diferentes personajes entre ellos.
Un párrafo aparte merecen las actuaciones, donde la que más se destaca es Dalia Gutmann como una madre sobreprotectora, que no solo tiene las mejores líneas de diálogo, sino que también un monólogo que explica el porque de su comportamiento. Ya que en ese momento logra generar más empatía que Natalia Oreiro con sus excesivos gritos para dejar en claro que desatiende a su hijo, al que al mismo tiempo sobre exige, por no saber como confiar en los demás y derivarles su trabajo.
En conclusión, Campamento con mamá es una película que sirve como contracara de «Mamá se fue de viaje» (Ariel Winograd, 2017). Pero mientras la primera funcionaba por sacar el máximo provecho de sus gags, esta hace todo lo contrario porque remarca el mensaje por sobre la historia, en lugar de incluirlo armoniosamente. Desaprovechando así tanto una buena idea como el carisma de Natalia Oreiro, al repetir una vez más los vicios que desprestigian el cine argentino.
PATRICIO FERRO